“Porque el liberalismo y la democracia señalan caminos diferentes. El liberalismo puede llegar a destruir algunas democracias políticas y un Estado democrático puede tener muy poco interés en los valores y normas liberales. El liberalismo no tiene que ver con la estructura de ningún Estado ni sistema de gobierno en cambio la democracia es una forma de gobierno.”
MARGOLIS, Joseph. Liberalismo y democracia: Paradojas y Rompecabezas. A parte Rei. Revista de Filosofía, España, noviembre de 2005. Introducción y traducción por Dr. Peter A. Muckley.
Dukheim (1858-1917)
Durkheim legitimó la sociología en Francia y su obra se convirtió en una fuerza dominante en el desarrollo de la sociología en general, y de la teoría sociológica en particular.
Durkheim era políticamente liberal, pero intelectualmente adoptó una postura más conservadora. Al igual que Comte y los contrarrevolucionarios católicos, Durkheim temía y odiaba el desorden social. El móvil fundamental de su obra fueron los desórdenes que produjeron los cambios sociales generales, como los conflictos laborales, el derrocamiento de la clase dominante, la discordia entre la Iglesia y el Estado y el nacimiento del antisemitismo político, más específicos de la Francia de Durkheim. De hecho, gran parte de su obra está dedicada al estudio del orden social. Su opinión era que los desórdenes sociales no constituían una parte necesaria del mundo moderno y podían solucionarse mediante la introducción de reformas sociales. El reformismo de durkheimniano, a medida que la teoría sociológica clásica se desarrollaba, lo que predominaba en ella era el interés por el orden y la reforma.
Ver: RITZER, George. Teoría Sociológica Contemporánea. Ed. McGraw-Hill, Madrid 1996, páginas 11 a 19, Capítulo 1: Esbozo Histórico de la Teoría Sociológica: primeros años.
La modernidad es la cosmovisión nacida de la sobre valorización de la técnica y de la racionalidad y el trabajo. Es la nueva fe laica impuesta por un Estado consolidado. La Historia es entendida como una línea recta y ascendente. Las consecuencias de este modelo es la generación de sujetos individualistas por la destrucción de las antiguas comunidades de pertenencia. Materialistas y masificados por la adopción impuesta de conductas y modos de vida generalizados. Creyentes ya no en lo sacro sino en el progreso entendido como una interpretación científica del mundo y en la racionalización y el imperio de la razón instrumental como medio y fin, lo que corresponde al concepto de linealidad histórica. Es a través del mercado, la eficacia técnica y la universalización que se entiende a la modernidad como el único modelo planetario y por lo tanto la única alternativa posible.
La modernización es ante todo un proceso de secularización, la formación del ciudadano tiene que estar en manos de Estado. Nueva idea de libertad, libertad para comprar, después para votar y para pensar. La libertad de pensamiento consiste en cuestionar a la iglesia católica en general y a la monarquía en particular.
Cuando la burguesía se transforma en clase dominante y aparece la fábrica y los procesos de industrialización y el comercio en la conformación del sistema capitalista se plantea la necesidad de vincularse con la industria y el desarrollo de una nueva clase social, los obreros que debían estar capacitados.
Émile Durkheim vive las consecuencias aceleradas que tiene la industrialización. Asiste a la consolidación de nuevas formas de agrupación social, división del trabajo, trabajo manual fabril relacionado con las clases sociales, la clase proletaria y la burguesía que se caracteriza por ser dueña de los medios de producción y realiza el trabajo gerencial, de mando y de dirección que es un trabajo más intelectual. El desarrollo industrial está vinculado con la nueva tecnología. Avances espectaculares de las ciencias experimentales y asiste al progreso de las ciencias (física, química y biología) el método de ellas va a ser el válido. Él va a adoptar el método de las ciencias naturales.
El positivismo se opone a todo lo teológico, a todo lo místico. Él va a estudiar los hechos sociales y la educación que es para él eminentemente social.
La sociología establecerá los fines de la educación y el ideal de hombre por lo tanto la pedagogía no es una ciencia, para Durkheim será una rama de la sociología. La educación se encargará de trasmitir el ideal de hombre postulado por la sociología y que la sociedad considera como válido. La sociedad se va a imponer sobre los individuos.
Durkheim va a sistematizar el conocimiento sociológico. La sociología sirve para fundamentar los nuevos roles de la sociedad con estatuto científico. Hay que observar a la sociedad de la misma manera que observa un físico a su objeto. La sociedad estará constituida de órganos, tiene familia, Estado e instituciones. La células son los individuos y las relaciones que mantiene con los demás. Se trata de comparar los hechos y establecer generalidades. La educación va a ser vista como una cosa eminentemente social porque la educación es un hecho social y es objetivable y objetivada. La que determina los fines de la educación será la sociología y no la educación porque es la que sabe argumentar científicamente. Será la sociología la que verá que la sociedad cambia y cambiará los fines de la educación. La sociología será la que determine el ideal de hombre, lo sistematiza, lo organice y lo legitime. Durkheim parte de las definiciones de educación y va a hacer un análisis crítico, las va a analizar y cuestionar. Va a partir de Stuart Mill y dice que hay acciones muy distintas, la voluntad es algo subjetivo el clima es objetivo y siempre tiene que ver sobre acciones sobre los hombres. De esa definición se va a quedar con la idea de acción. En la relación de los hombres entre sí hay algunos que son adultos y otros jóvenes que no influyen de igual manera. Los que ejercen una acción son los adultos sobre los jóvenes. A la definición la llamará fórmula porque es deductiva. Kant pretende desarrollar al máximo todas las potencialidades: la memoria, la voluntad, la inteligencia y la razón. Kant es uno de los ilustrados del siglo XVIII que recoge la idea de igualdad, que todos tenemos las mismas potencialidades.
Durkheim dice que esto si bien es deseable, se contradice con la regla social que dice que no todos nos vamos a dedicar al mismo trabajo porque hay división de él en los hechos. Dice que “No podemos ni debemos entregarnos todos al mismo género de vida, según nuestras aptitudes, tenemos funciones diferentes que cumplir” No todos nos vamos a dedicar a la misma tarea sino a una determinada y restringida. Recoge la concepción liberal que dice que todos somos iguales salvo porque tenemos virtudes y talentos. Pone la diferencia en que algunos son más aptos para pensar y algunos son más aptos para la acción. Está implícito el concepto de hombre que concibe la existencia de dos tipos de hombres porque no todos estamos hechos para reflexionar, son necesarios hombres de sensación y de acción y se necesita hombres de reflexión.
James Mill dice que la educación consiste en buscar la dicha para él y los semejantes pero la dicha va a quedar en el plano de lo individual porque es subjetivo y no se puede objetivar. Durkheim se va a ubicar en un tiempo histórico determinado. Estudiando a Roma, Grecia, Atenas y Edad Media descubre que todas la sociedades construyen un ideal de hombre que necesita para mantener su armonía para que no haya conflictos, para que no hay revoluciones ni revueltas, pero que ese ideal varía. Durkheim acepta el cambio en las sociedades a través de la objetivación del pasado. Las anomias están previstas por el modelo. Hay que enseñar la Historia para no caer en los mismos errores. Una vez que se establece un ideal de hombre y un sistema educacional, se impone de una manera generalmente irresistible sobre todos los individuos.
Toda sociedad conforma un ideal de educación aunque coexistan intereses divergentes. Como la sociedad cambia el ideal de hombre también y además existe una diversificación de tareas y roles entre y dentro de las clases sociales. Pone la diferencia en lo individual y no en la clase social enfatizando la movilidad social o sea que es posible pasar de una clase a la otra.
Esa visión de hombre va a estar relacionada con ese ideal de hombre y esa visión estará relacionada con el modelo de educación.
No podemos educar a nuestros hijos como quisiéramos porque la sociedad se venga sobre nuestros hijos marginándolos, quedan desfasados y afuera, es la venganza del sistema y se da cuando se da ideas demasiado arcaicas o demasiado vanguardistas.
Ese ideal se va a traducir en una educación que no hace una ruptura con el pasado viene a través de las generaciones anteriores en un sentido acumulativo.
Va a definir a la educación con un doble carácter: uno y múltiple a la vez. Es una hasta cierto punto a partir de la cual se tenderá a diversificar, a especializarse y heterogeneizarse. La educación básica busca crear una conciencia colectiva, la cohesión social, armonía y consenso social.
Ese mismo ideal a la vez es múltiple, heterogéneo y diverso según las clases sociales, castas, épocas, según el campo o la ciudad.
Terminada la primaria los hombres más aptos se dedicarán a la reflexión e irán a las escuelas secundarias y los de acción a las escuelas industriales.
Sostiene que la sociedad desarrolla la solidaridad orgánica, que la diversificación de las funciones de complementan y se va a lograr el equilibrio social a través de la diversificación de roles.
En la definición de Durkheim de la educación hay tres partes, la primera es hasta el punto que sintetiza conceptos que ya ha tratado antes sobre las generaciones adultas y las más jóvenes y la acción la toma de Stuart Mill. Lo que no tomó es que esas acciones nos pueden acercar a la perfección. La segunda parte se refiere a desarrollar un cierto de estados físicos, intelectuales y morales y esto va en contra de lo que dice Stuart Mill y Kant que pretende desarrollar todas las capacidades y potencialidades. La palabra “cierto” es diferente a todos.
La moral, como sistema de reglas, va a estar en la sociedad y por lo tanto va a tener un cierto fundamento racional relacionado con los conceptos de autoridad y obediencia. El individuo no tiene autoridad moral hasta que se inserta en la sociedad. En la tercera parte está la demanda en dos niveles. Aquí aparece un cierto determinismo “está especialmente destinado” la idea de destino en esta visión es determinista, está marcado, no lo construyen los hombres. Ese doble ámbito de la demanda se corresponde con el doble carácter de la educación (uno y múltiple)
Tabla casi rasa, el ser humano viene amoral, asocial e inmaduro. Las potencialidades están en estado primitivo o simple a través de la educación se forman los hombres morales, sociales y maduros.
El animal no crea normas, repite siempre de la misma manera. El individuo tiene que estar sometido a lo colectivo y esto va más allá del positivismo, es propio de la modernidad. Aún en las corrientes marxistas lo colectivo se impone sobre lo social.
Ahora el fundamento es científico y lo va a transmitir el Estado a través de las instituciones educativas, función que antes cumplía la religión. O sea que la ciencia es la heredera de la religión que transmitía ese ideal de hombre. La educación es una tarea trascendente para que el Estado se desinterese de ella porque forma determinado tipo de ser humano. En los casos que la familia no se pueda hacer cargo es el Estado quien asume la patria potestad.
Como educadores no podemos educar como queramos sino como el Estado, lo contrario generaría la fragmentación de la patria.
El Estado de Durkheim es liberal, que admite la propiedad privada pero de manera intervencionista y controladora. La educación no puede estar en manos de un partido. Prejuicio, debe ser una política de Estado y no de gobierno.
El alumno y su conciencia tiene que quedar en blanco para que se “imprima” de la mejor manera ese ideal de hombre. Va a buscar el sentido magnetizador similar al hipnotizador, el sujeto tiene que creer y para eso tiene que hablar con actitud de mando y autoridad. Por un lado la voluntad paralizada en el estudiante, y por otro la función magnetizadora que no duda. Es una relación de poder que no admite la contradicción ni la crítica. Cuanto más se ubique en el lugar del saber, menos cuestionamientos tendrá. Eso implica un profesor que sabe. La idea de respeto tiene que ver con la construcción de la moral. No es función del educador cuestionar la verdad, sino transmitirla.
La tarima representa el lugar de autoridad que tiene el docente en esa relación. El educador laico obtiene el conocimiento de forma racional y científica pero tiene que tener el carácter magnetizador del sacerdote, el carisma. Ambos son intérpretes de la ambiente de su tiempo.
Dewey (1859-1952)
Vivió el cambio de siglo. Filósofo liberal más importante de los EE.UU. de los primeros 50 años del siglo XX.
Los progresistas admiraban el fortalecimiento de la democracia y acercaba la vida del campo a la vida de la ciudad y la marcha hacia el progreso.
La Escuela Nueva o de los Métodos Activos es acorde en el tiempo con el anhelo de concreción de la obligatoriedad. Consta de cambios metodológicos, se trata de adaptar el medio al niño para que el niño se adapte al medio.
Es una concepción pragmática porque desarrolla cuestiones prácticas y no busca los fundamentos y no hace filosofía, aunque es una concepción filosófica. Se habla del instrumentalismo de Dewey quien huye de las explicaciones verbalistas y busca explicaciones concretas y prácticas útiles, redituables.
El éxito es un término del pragmatismo. Es una concepción menos verbalista que va a pensar en los métodos y se van a crear los laboratorios para orientar y guiar el aprendizaje.
Aprender a través de la actividad, voy a salir del aula.
Lo que tenemos en común es las experiencias de vida (entre el joven y el viejo). Dewey va a hablar de la continuidad de las experiencias de la vida (va a continuar y entrar en el aula para alterar y modificar esas experiencias).
Se va a crear la educación sistemática en contra de la espontánea (educación informal) para ampliarla y alterarla si es necesario.
La educación es una actividad formadora, moldeadora que va a partir de las experiencias del medio ambiente.
Dewey distingue en tres niveles el conjunto de condiciones que estimulan o inhiben el desarrollo de un ser vivo:
1) Medio ambiente físico
2) Medio ambiente social. El hombre en sus relaciones con los demás hombres.
3) Medio social y educativo. La escuela es el ambiente social educativo creado artificialmente por una finalidad que es la de influir en las disposiciones mentales y morales de un sujeto.
Dewey va a hablar de tres misiones o funciones de la escuela:
1) Ofrecer un ambiente simplificado porque la sociedad es más compleja, selección de orden progresivo por el orden de complejidad
2) Eliminar hasta donde sea posible los rasgos perjudiciales del medio ambiente (la escuela juzga) escuela como medio de acción purificado
3) Contrarrestar los elementos del medio ambiente para liberarse. Eliminar lo perjudicial del medio ambiente natural.
CONFRONTACIÓN DE LAS CORRIENTES NO CRÍTICAS DESDE LAS ÓPTICAS DEL PODER.
Aspirar a un cambio en el modo de producción significó la puesta en marcha de un proceso de disciplinamiento de las pulsiones, para que los individuos se constituyeran en fuentes de producción y aceptaran como único el camino del progreso científico y técnico. El control, vigilancia y disciplinamiento son los tres fundamentos del nuevo dispositivo moderno. Un cambio de mentalidad no se produce sin la adecuación del espacio y el tiempo que cobran nuevas dimensiones.
El diseño de los espacios es una muestra de la tecnología y la economía del poder. Vivir como vigilante y vigilado se internaliza en la Vida Cotidiana, se hace carne en las relaciones sociales que establece el individuo. Los procedimientos del poder no se agotan en esto, pero se materializan. Es la mirada omnisciente, el principio de visibilidad por efecto de la luz, la encargada de la seguridad ciudadana por efecto de los cuerpos individualizados.
En la disposición funcional de los espacios se prescribe un tipo de moralidad porque expresa lo permitido y lo prohibido. Si se escribiera la historia de los espacios se escribiría también la historia de los poderes como aparatos de adoctrinamiento y control. En esta fase el control de la sexualidad la homosexualidad y la masturbación se hacen patentes tanto en escuelas como en cuarteles. Es el control de todos por el poder de unos pocos.
El resultado es una sociedad sin oscuridad para el descanso, legible, transparente, en fin, visible. Cada uno puede ver al otro, no hay obstáculos en las miradas que recíprocamente se dominan, se juzgan, se vigilan y opinan como agentes del poder meticuloso y riguroso. Ya no se trata que la gente sea castigada, se trata de que ni siquiera puedan portarse mal por la vigilancia constante de todos sobre todos. Se genera un miedo a la oscuridad: en la sombra de la noche está la corrupción, el vicio y el complot. Se trata de promover el terror hacia ella para justificarse. Serán los rincones ocultos del hombre los que deben expirar. No debe querer ni poder. Es una estrategia que economiza el castigo y donde todos son agentes gratuitos con el precio de ser también vigilados hasta el punto que esta mirada se internalice y termine vigilándose a sí mismo. Diabólico en verdad es estar en una máquina de vigilancia donde vigilante y vigilado son igualmente prisioneros. El poder ya no se identifica con un individuo por la nobleza de cuna y de sangre, el poder se basa en la desconfianza, lo detentan todos como vigilantes y sobre ellos recae como vigilados. Se trata de construir un nuevo hombre que construya nuevas cosas, entre ellas la destrucción o la disciplina como medio y fin de su trabajo. El trabajo como una nueva forma de domesticación.
“La ‘civilización’ fue la época de disciplinamiento de las pulsiones, de la vigilancia de la mujer, el niño, el adolescente y las clases populares, todo en nombre de la sacralización del trabajo, el pudor y la dignidad de la muerte. En el plano de los métodos de control social, la nueva sensibilidad se horrorizó ante el castigo del cuerpo pero admitió en su lugar la más eficaz domesticación del alma.”[1]
Los primeros años de escolaridad el niño es vigilado por diferentes agentes. El vigilado tendrá una visión parcial de los acontecimientos. Su atención estará totalmente abocada a la producción, de él se recabarán datos, se elevarán informes y por lo tanto será premiado o castigado. Es un objeto del cual se extraen datos pero no es un agente que deba comunicarse con el entorno. Es la garantía del orden para evitar el complot. Se teme a la multitud y entonces se separan los cuerpos y se individualizan.
Como principio, éste dispositivo de poder sabe ocultar las discontinuidades. El vigilado nunca sabrá si en ese momento es mirado o no, lo da por hecho, siente que es una tarea que sobre él se ejerce de manera continuada aunque así no sea. Reveló que es más efectivo y económico el control y la vigilancia que el castigo. Los individuos no dejan de producir y las construcciones ya no necesitan candados rejas y cerrojos. Serán más livianas, basta que la luz que atraviesa los vanos cubra la superficie y que las separaciones estén bien dispuestas en beneficio del conjunto.
Observar los síntomas, los hechos singulares, localizar las aptitudes y registrar los procesos de cada uno. Evitar el contagio, segregar, separar, aislar y para todo esto es necesario un diagnóstico fiable y continuo del conjunto.
El panóptico sirve de gran laboratorio de experimentación siempre que valga para encauzar el comportamiento hacia lo que sea considerado bueno y deseable. Juzga para evitar la epidemia o el motín.
El objetivo del disciplinamiento no es la preservación de la vida sino definir las relaciones de poder sobre los hombres. Es una figura de tecnología política en donde no hay obstáculo, resistencia o rozamiento y que sirve a los usos más variados. Es polivalente la distribución de los individuos y su implantación de los cuerpos en el espacio. En donde haya que imponer una tarea o conducta ahí se edificará y tenderá sus redes.
En cada una de estas concentraciones cabe la posibilidad de perfeccionar el método. Porque multiplica el número sobre los que se ejerce, actúa antes que las faltas, los errores y los delitos y la multiplicidad de aparatos de la misma índole acrecienta los efectos. El esquema panóptico está destinado a difundirse y reproducirse en el cuerpo social.
La estructura edilicia determina que el rol de vigilante lo puede ejercer cualquiera pues se adivina en la conformación de los espacios. El exterior puede entrar en una ordenación panóptica puesto que quien así lo desee puede oficiar de inspector. Esta posibilidad de inmiscuirse en este mundo es la garantía del sistema en que no devenga en tiranía.
Observemos el arsenal, los instrumentos, y con ellos el fin de individualizar. Los medios son esencialmente: visualizar, registrar, diferenciar y comparar.
La sociedad disciplinaria es el resultado de la progresiva extensión de las redes de los dispositivos de disciplina y su multiplicación a través de todo el cuerpo social. En un principio se le exigió que neutralizaran los peligros, que reorganizaran la ciudad para evitar la haraganería u otros malos hábitos, que suprimieran la posibilidad de la organización de las masas o las reuniones numerosas. Cumplidas estas metas y mostrando con ello su efectividad se le pide en una segunda etapa que aumente la producción y con ello la utilidad de los individuos. Se incrementa y se prioriza la producción con relación al tiempo, obteniendo mayor rentabilidad con técnicas que fabrican individuos diestros, rápidos, precisos y por ende, útiles. La polivalencia está en que la producción puede estar referida a la manufactura, la transmisión del saber, la difusión de actitudes o la capacidad de la estrategia necesaria para ir a la guerra. En resumen, se persigue el adiestramiento minucioso y concreto para crear fuerzas útiles.
La multiplicación de los mecanismos de disciplina permitió abrir los muros y a circular fuera de éstos, creándose procedimientos flexibles de control fácilmente adaptables a una nueva función, la vigilancia externa. Se crean minúsculos observatorios, puntos de apoyo que penetran en los lugares más ínfimos de la existencia colectiva permitiendo un control regular de la población externa. Se reducen las dimensiones de los establecimientos para crear más focos de control mejor distribuidos en el enjambre social.
Los reglamentos permiten la proliferación y precisión de acciones complementarias y no contradictorias entre dichos establecimientos. Los reglamentos, los certificados y demás documentos cobran una importancia radical en la clasificación de los individuos. Esta instancia va de la mano de la preeminencia de la cultura escrita sobre la oral ya que permite mayor exactitud y rigurosidad en recabar información, a fin de producir efectos de poder más sutiles y más lejanos.
La táctica de poder responde a la economía, la intensidad y el aumento de la docilidad y la utilidad. Estos objetivos de las disciplinas reconocen la coyuntura histórica del crecimiento demográfico y el desarrollo de una producción más compleja cada vez más costosa y cuya rentabilidad es necesaria hacer crecer.
Es necesario un ajuste que permita no la sumatoria, sino la multiplicación de la producción del saber, de la salud, de las aptitudes, de la fuerza destructora de los ejércitos, además de la producción de bienes materiales.
Calificar, clasificar y castigar requiere de instancias que suponen medir y diagnosticar. Por ello el examen interrumpido permite esta diferenciación y la comparación de individuos. Se encuentra altamente ritualizado, con métodos específicos, con agentes especializados para someter a los objetos en estudio de manera regular, rigurosa, específica y más amplia. El examen es una ceremonia que lleva implícito el ejercicio del poder y la adquisición de un cierto tipo de saber acerca del otro. El examinador permanece oculto, casi invisible y es sobre el que se ejerce, el observado, es al que se le impone la visibilidad. De este último queda el legajo, el archivo, el expediente, dejando al sujeto en un formato textual que lo capta y lo individualiza y lo objetiviza como presa para un poder de control, dominación y sometimiento. Otra vez la escritura como cierta función política, la de la individuación.
“De hecho, el poder produce; produce realidad; produce ámbitos de sujetos y rituales de verdad: El individuo y el conocimiento que de él se puede obtener corresponden a esta producción.” [2]
Según A fines del siglo XVIII, con el surgimiento de lo que Julia Varela designa como pedagogías disciplinarias, en donde se inscribe toda la obra de Durkheim. se buscó clasificar e impartir los conocimientos mediante la conformación de disciplinas (lo que está en la base de la creación de las diferentes ciencias). Para ello fue necesaria una noción de tiempo y espacio segmentados, seriados, divididos. La existencia de un espacio y un tiempo disciplinarios permitió un control detallado de todos los educandos y también del proceso de aprendizaje. La esencia de estas pedagogías que Dewey designó con el nombre de pedagogías tradicionales está presentada en el panoptismo al que se refiere M. Foucault con el pensamiento que vigilar es mucho mejor que castigar en cuanto a costos y eficiencia.
A las pedagogías disciplinarias comienzan a oponerse los integrantes de la llamada Escuela Nueva a principios del siglo XX -los doctores (el poder-saber legitimado) Binet, Bourneville, Montessori, Decroly- que hacen surgir lo que J. Varela llama: pedagogías correctivas. Su trabajo se centra en un principio en los “niños anormales”- eran vistos como tales los hijos de familias obreras que no tenían una adaptación pasiva al ámbito escolar- pero luego se extiende a la educación preescolar y escolar en general. Se asiste con ellos a una nueva forma de concebir el espacio y el tiempo pedagógicos, serán cada vez más subjetivos y adaptados a las necesidades de los niños. También los saberes que antes eran impartidos desde cada disciplina tienden cada vez más a compatibilizarse con las necesidades de cada educando. Aquí se conciben las categorías de espacio y tiempo subjetivamente, individualmente, atendiendo al ritmo personal de cada niño. Según el análisis de Julia Varela la forma de impartir los conocimientos (la Enciclopedia para las pedagogías disciplinarias, la forma más experimental en la deweniana y la concepción que cada corriente asignó a las categorías de tiempo y espacio, fueron las metamorfosis visibles que ocurrieron. Pero subyacen en ambas la noción de poder y el control que se ejerce para mantener ese poder. Hacer cada vez más sutil y menos coactivo ese control fue el ocultamiento que ocurrió en los cambios de formas pedagógicas. Así como el establecimiento de una sociedad urbana e industrial que sobrevino luego de la Revolución Industrial requirió de una vigilancia estricta de los ciudadanos (por eso el panoptismo). Los favorecidos con estas metamorfosis son los que detentan el poder, porque han logrado que el control ya no sea exterior sino interior: las normas están interiorizadas por los individuos que se autocontrolan para no ser discriminados por la sociedad. En contra partida los dominados creen ser cada vez más libres cuando en realidad son más dependientes.
Dewey construyó un discurso que se apoyaba en la creencia de una pedagogía que favoreciera el compromiso democrático pero no cuestionó a la democracia liberal que en mi opinión, no es más que una fase del capitalismo porque se basa en la división de clases y que no es completamente democrática o participativa, sino delegativa y en los hechos ha sido contraria a los principios del igualitarismo, y facilitadora de la explotación económica. Un argumentos en contra es que normalmente no llega a entender el deseo de las mayorías salvo cuando los votantes son llamados a elegir a sus representantes. La negación que ejerce el gobierno de turno sobre la ciudadanía para decidir sobre cualquier asunto político, como el desarrollo, comienzo y fin de una guerra o la reforma de la Constitución es un déficit de la práctica de la democracia liberal, más propio de una manera de hacer las cosas en donde unos pocos deciden los que les compete a todos. Fuente Wilkipedia.
Además, en la pedagogía deweniana, el riesgo de adaptar el medio y el tiempo a la escala infantil a partir de los intereses de los estudiantes es que se transforme en un mero slogan de aprender a aprender y quedarse prendados de los medios llegando a un didactismo carente de contenidos. Perder la perspectiva de los fines y de los saberes.
En ambas corrientes se necesita de un docente que sepa. En el caso de Durkheim hablo de un profesor que no cuestione los saberes pero que esté impregnado de tal manera con los contenidos que imparte, que no puede dudar sino hipnotizar a la audiencia desde la tarima. En la Escuela Nueva se requiere un docente que esté interiorizado con todos los saberes de una disciplina que recién se estaba gestando, la psicología evolutiva. Y si bien desaparece la tarima es él el que determina como se desarrolla el proceso que el educando realiza, el que dispone de los usos del espacio y el tiempo y que guía absolutamente todos las experiencias.
El saber no tiene absolutamente nada de malo, salvo que quien lo detenta tiene un poder que no debió ser usado para los procesos reformistas de mantenimiento del status quo, por eso las englobamos con el epíteto de corrientes no críticas. Pero cada una en su época recogió alabanzas, adeptos y éxitos cuantificables y visibles y ahora sólo quedan resabios y encima hemos perdido la fe.
Esta es la síntesis de un semestre de clases con Mirtha Ricobaldi Sociología
[1] BARRAN, José Pedro. Historia de la sensibilidad en el Uruguay. Tomo 2 El disciplinamiento (1860-1920). Ediciones de la Banda Oriental. 1990. Montevideo. Uruguay.
[2] FOUCAULT, Michel. Vigilar y Castigar. Capítulo II. Los medios del buen encauzamiento
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jueves, 9 de julio de 2009
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